Cómo saber si un cuadro firmado por un pintor famoso es original

La autoría es uno de los factores que más influyen en el valor de una obra de arte. Tu primer objetivo debe ser autentificar el cuadro, comprobar si se trata de un original o una falsificación.

En el caso de que estés interesado en vender o asegurar la pieza, probablemente necesites un certificado de autenticidad y una tasación oficial. Para ello has de contratar los servicios de un perito profesional especializado en Bellas Artes.

Pero si lo que tienes es simple curiosidad, tiempo y ganas para llevar a cabo tu propia investigación puedes empezar por analizar sistemáticamente los elementos y cualquier otra información que se tenga de la obra y buscar coincidencias consistentes e incoherencias dentro de la misma pieza o en el conjunto del trabajo del artista.

Diferenciar un original de una reproducción

La buena calidad de una reproducción impresa puede confundir a más de uno, por eso hay que empezar con mirar bien de cerca el cuadro, por todas sus caras y desde distintos ángulos. Empieza tu investigación buscando estas pistas:

• Volumen—Las pinturas al óleo y acrílicas tienen volumen y este debe ser visible en el soporte, bien en la textura de las pinceladas, menos obvias en la pintura acrílica si el cuadro se ha barnizado, o en los límites de la pintura en los cantos o trasera.
• Soporte—La base de la pintura debe de ser de un material sobre el que se pueda aplicar la técnica que aparece en el cuadro. Las acuarelas, por ejemplo, no dejan un rastro tridimensional en el papel, pero necesitan un papel absorbente. Cuanto mayor sea la cantidad de agua que se haya empleado en los lavados, más grueso ha de ser el papel.
• Trama—Con un cuenta hilos o una lupa se puede ver la trama de cuatricromía de una reproducción impresa, como la imagen se forma con puntos diminutos.

Cómo saber si una firma es falsa

Si has comprobado que el cuadro se trata efectivamente de una pintura real y no de una reproducción, puedes continuar por la verificación de la firma con un análisis comparativo.

Para comparar la firma en tu cuadro con otras firmas del artista (sí, otras, en plural. Es normal que los pintores varíen su firma a lo largo de su trayectoria) consulta un diccionario de firmas y monogramas de artistas en una biblioteca u online. El acceso a la biblioteca que tenga el libro que necesitas te puede costar algún tiempo y el servicio online una tarifa.

También se debe comparar la firma con respecto al resto del cuadro. ¿Han envejecido ambos igual o la firma parece más nueva? Toma de nuevo la lupa e investiga si el deterioro del cuadro es homogéneo incluso en la firma.

La estilometría visual y el método Morelli

El análisis estilístico del cuadro y su congruencia con el resto de su obra tienen un peso mayor en la atribución de un cuadro que su firma, pero es más complejo de realizar. Para ser capaz de hacer estas comparaciones hay que conocer bien la totalidad de la obra del artista, su estilo y sus ‘microfirmas’.

El método de Morelli consiste en seguir las pistas de los detalles menos obvios pero característicos del estilo del artista. Es decir, en vez de limitarse a un análisis superficial de los elementos más notorios como el tema y sus colores, propone observar y comparar cómo resuelve el artista problemas recurrentes como la representación de una oreja en un personaje secundario.

Todo pintor acaba por desarrollar formulas y automatismos propios para resolver los problemas que se plantean a menudo en sus cuadros. Su pincelada es comparable a la grafía única de cada persona que estudian los grafólogos. La estilometría visual, derivada de la estilometría literaria, busca las características cuantificables similares que en su conjunto definen a su autor y lo distingue del resto en un análisis estadístico.

Este tipo de investigación no está al alcance de los conocimientos de cualquiera y requiere mucha dedicación, pero todo depende de tu afán por resolver el misterio y adentrarte en los entresijos del cuadro.