Rufino Tamayo

Resumen de su vida y obras más importantes

Rufino Tamayo
Sergio Dorantes/Getty Images

Rufino Tamayo, pintor mexicano de caballete y muralista, de proyección internacional enorme, similar a la del denominado “Grupo de los Tres” (Rivera, Orozco y Siqueiros) con los que comparte algunas características.

Plasma en su obra de forma muy personal la herencia prehispánica y las corrientes europeas intentando darle un carácter experimental y rico, a diferencia de otros artistas mexicanos, más concentrados en lo precolombino en su faceta más reivindicativa  que dejan de lado los presupuestos y corrientes que llegaban de fuera.

Rufino Tamayo: Quién fue

  • Nombre completo: Rufino Arellanes Tamayo
  • Dónde y cuándo nació: El 25 de agosto de 1899 en Tlaxiaco (Oaxaca).
  • Dónde y cuándo murió: El 24 de junio de 1991 en Ciudad de México.
  • Nacionalidad: Mexicano
  • Movimiento, grupo o escuela a la que perteneció: Modernidad
  • Disciplinas que practicó: Pintura

Biografía de Rufino Tamayo

En sus inicios se dedica a la obra de pequeño formato y colores posimpresionistas para evolucionar a otra de colores brillantes y temas sociales. Incorpora el indigenismo y sus reivindicaciones, de una manera natural ya que él mismo es hijo de indígenas zapotecas, de Oaxaca, donde nació. Su madre murió cuando él tenía ocho años y a partir de 1911 se traslada a vivir con una tía en la capital mexicana.

Tuvo desde su infancia una clara vocación por el dibujo. Entra en la Academia de Bellas Artes San Fernando con 16 años en la que permanece escasamente un año, fundamentalmente por su carácter, poco dado a asumir y acatar la disciplina de la Academia. Su formación se va forjando de forma personal, bebiendo del arte popular mexicano y de otros estilos contemporáneos.

En 1926 expone por primera vez dejando clara esa evolución desde el primitivismo indígena pasando por la influencia del constructivismo y el surrealismo con gran éxito. Trabajó desde diferentes puestos de responsabilidad para el estado mexicano y es éste el que le encarga su primer mural para el Conservatorio Nacional de México.

Su obra carece de reivindicaciones políticas, mensajes revolucionarios y la grandilocuencia que caracteriza a los muralistas del “Grupo de los tres”, que él consideraba ya caduca, lo que le enfrenta con ellos. Sin dejar de plasmar el indigenismo ni lo precolombino, opta por expresarse de maneras más sutiles e innovadoras. 

Exito internacional y nacional

El éxito de su primera exposición le abre las puertas del Art Center de Nueva York. Conocido y reconocido su trabajo, a Tamayo le llega una oferta para enseñar en Nueva York, en la Dalton School of Art. Dedicó buena parte de su vida a la labor docente.  

En esta ciudad vivió durante 20 años, definiendo ya su estilo original, puliendo la técnica y aplicando su maestría con rigor estético en una mezcla simbólica y lírica sin dejar de lado el aspecto precolombino de su obra. 

El aplauso internacional llega también desde Italia (la Bienal de Venecia instaló una sala Tamayo) o de Brasil, en la Bienal de Sao Paolo en 1953. Y de ahí, de todo el mundo: desde América, Europa e Israel, alcanzando su obra cotizaciones altísimas.

Vuelve a su país en los primeros años de los sesenta y en 1964 realiza el impresionante mural “Día y noche” para el museo Nacional de Antropología e Historia de México. Pocos trabajos de muralista realiza después de este.

A su muerte, legó toda su colección de piezas arqueólogicas, prehispánicas a la ciudad de Oaxaca que creó el Museo de Arte Predispónico Rufino Tamayo en 1974.

Obras famosas de Rufino Tamayo

  • "El día y a noche" (1954)
  • "Naturaleza muerta" (1954)