Édouard Manet | Resumen de su biografía y obras

Resumen de la vida y obras más importantes de Édouard Manet

Edouard Manet
"Autorretrato con paleta" (1879), Èdouard Manet. Steven A. Cohen collection Greenwich, Connecticut (Estados Unidos)

Édouard Manet, al que es difícil encuadrar porque no es un realista puro ni tampoco un impresionista, es, sin embargo, una figura imprescindible en la pintura francesa y europea de finales del siglo XIX. Ejemplo para generaciones posteriores. Un pintor inspirado en la tradición pero que supo adecuarla a la segunda mitad de 1800, a pesar de sufrir el rechazo de la crítica de arte y del Salón de París una y otra vez.

Édouard Manet: Quién fue

  • Nombre completo: Édouard Manet.
  • Dónde y cuándo nació: El 23 de enero de 1832 en París (Francia).
  • Dónde y cuándo murió: El 30 de abril de 1883 en París (Francia).
  • Nacionalidad: Francés.
  • Movimiento, grupo o escuela a la que perteneció: Realismo, Impresionismo.
  • Disciplinas que practicó: Pintura, grabado.

Biografía de Manet

Hijo de un alto funcionario del Ministerio de Justicia francés, el mundo pudo perderse a uno de sus grandes artistas si hubiera aprobado (lo intentó dos veces) los exámenes para entrar en la Escuela Naval.

Tras suspender en la Escuela optó por la carrera artística y comenzó a estudiar en París, desde 1850 a 1856, con Thomas Couture, asistiendo al Muséo del Louvre, como todos los estudiantes de su tiempo. Era un gran admirador de los maestros renacentistas, cuya obra copió. Aprovechó ese tiempo para viajar por Europa.

Diego Velázquez era otro de sus referentes, así como Murillo, Ribera y Zurbarán. Esta admiración por la pintura española lo llevó a crear buena parte de su obra con esta temática entre 1859 y 1862 a pesar de no conocer el país.

Utilizaba los colores habituales del barroco español: oscuros, grises, marrones y blanco para contrastar. Con “El cantante español” (1860) Manet obtuvo una mención de honor en el Salón de París de 1861. Otras obras son “Episodio de una corrida de toros”, “Cristo muerto con ángeles” (1864) o “Joven echada en traje español” (1862). 

Por desgracia para Edouard Manet, el éxito de 1861 no se repitió y el Salón de París no lo volvió a considerar y rechazaba las obras que presentaba. En 1863, Napoleón III, casado con la española Eugenia de Montijo, decidió organizar una exposición para aquellos no habían conseguido exponer en el Salón: su nombre el Salón de los Rechazados.

Manet llevó su “Desayuno en la Hierba” en el que una mujer desnuda departe con dos hombres totalmente vestidos. Otra mujer, más alejada, con escasa ropa completa la escena. Fue menospreciado por la totalidad de los críticos mientras que los jóvenes pintores le aclamaron y apoyaron. Emile Zola, íntimo amigo suyo, es quien le defiende en todos los foros donde tiene ocasión.

Fue el mismo año en el que el pintor comienza a relacionarse con impresionistas como Monet o Pisarro, así como con Degas, aunque nunca participó del estilo y pensamientos de esta corriente. Otro hecho importante fue que legalizó su situación con Suzanne Leenhoof, holandesa, con la que ya llevaba años conviviendo.

Incansable, Manet presenta otros dos cuadros al Salón en 1865, uno de ellos “Olimpia”, un homenaje a Tiziano y cuya protagonista es una prostituta de alto standing, desnuda y echada. El tema causa escándalo y, de nuevo, vuelve a ser rechazado. Es entonces cuando inicia su viaje a España y disfruta de sus maestros preferidos.

Se reafirmó en su admiración por Diego Velázquez, de quien diría que era el mejor pintor de todos los tiempos, y añadió a El Greco y Goya, su trilogía de maestros. Escenas de sus cuadros, personajes o parte de personajes de estos artistas son incluidos y replicados en algunas de sus obras.

De nuevo vuelve a intentarlo presentándose a la Exposición Universal de París de 1867. Rechazado, decide organizar su propia muestra y, con dinero prestado por su familia, alquila un gran local justo enfrente en el que colgará 50 de sus obras. Sin embargo la crítica se ensaña con él y, otra vez, solo recibe el apoyo de los pintores jóvenes.

En 1870 Manet es movilizado en la guerra franco-prusiana. La experiencia dura se refleja, por supuesto, en alguno de sus cuadros.

Sigue enviando sus cuadros al Salón y, en 1873, obtiene un gran éxito con “Le Bon Bock", un retrato de Emile Bellot, grabador y litógrafo. Curiosamente, en esta ocasión, son los más jóvenes los que piensan que se trata de una obra muy tradicional.

Lo cierto es que Manet mezcla elementos modernos con los tradicionales en un gran retrato. En realidad, el pintor siempre había sido más realista que otros pintores coetáneos. El retrato es, a la vez, un homenaje a los pintores barrocos europeos.

Tras el éxito tantas veces perseguido Manet rechaza exponer al año siguiente en el Salón y se traslada a Argenteuil, un suburbio cercano a París, donde vive Monet. Allí, pintan junto a Renoir.

Asombrado por el estudio flotante de Monet, un barquito en el que el pintor se desplazaba por las orillas del Sena buscando temas que pintaba directamente de la naturaleza, Manet pinta “Claude Monet con su esposa en su estudio flotante”, una de sus obras más impresionistas.

Sin embargo, invitado, rechazó participar en la exposición de la Sociedad Anónima de Artistas Pintores, Escultores y Grabadores (ni en las otras seis) porque, en realidad, sentía que tenía pocos puntos en común con los impresionistas, a pesar de que sí se pueden apreciar puntos en común.

En 1876, tras otro rechazo del Salón, Manet prepara una exposición propia.

Comienzan en esos años sus problemas de salud -es diagnosticado de ataxia- y se traslada a Bellevue, un suburbio de París, donde hay un balneario. En 1880 compra allí una villa y se traslada. A pesar de sus problemas de movilidad sigue pintando, aunque ahora en formato más pequeño. Sigue retratando a amigos y escenas de la vida cotidiana parisina.

En 1881 gana la segunda medalla del Salón con “Retrato de Henri Rochefort" y, más adelante, le nombran Caballero de la Legión de Honor.

Finalmente, en 1883, muere a causa de la enfermedad. En esos momentos, muchos le consideraron el precursor del arte francés moderno, a pesar de todos los rechazos a los que se enfrentó.

Obras famosas de Manet

  • "La música en las Tullerías" (1862)
  • "El almuerzo sobre la hierba" (1863)
  • "Olympia" (1863)
  • "Un bar del Folies Bergère" (1882)